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Cada paciente que llega a tu clínica tiene unas expectativas, unos miedos y una forma de comunicarse diferente. 

 

Imagina esta situación.

 

Dos personas necesitan el mismo tipo de ortodoncia. Ambas tienen el mismo poder adquisitivo y quieren mejorar su estética. A las dos les has comunicado el diagnóstico y el plan de tratamiento del mismo modo. Una acepta y la otra no. 

 

¿Por qué sucede esto? 

 

Porque no has adaptado tu comunicación al tipo de paciente que tienes delante. 

 

¿Cómo activar la comunicación en tu clínica?

 

Te proponemos que utilices el método DISC, una herramienta creada por William Marston que divide el comportamiento de las personas en cuatro perfiles que puedes aplicar a tus pacientes en clínica. 

 

Siguiendo esta metodología, podemos definir cuatro perfiles de pacientes. 

 

Las clínicas activas adaptan su comunicación al tipo de paciente y, por tanto, consiguen una mayor conexión con ellos.

 

Existen cuatro formas diferentes de comunicación:

 

– El paciente extrovertido y racional. Te explicará lo que le ocurre de manera concreta y específica, y con todo lujo de detalles. Por tanto, este tipo de paciente necesita que tú seas claro y directo, ordenado y lógico, que le compartas datos y estadísticas, y que tus preguntas sean concretas. 

 

Evita las imprecisiones, hablar de más, darle vueltas a las cosas o decirle algo que no puedas demostrar.

 

– Extrovertido y emocional. Te hablará de lo que percibe y de cómo se siente. Este tipo de paciente necesita que muestres tu interés en sus cosas (familia, trabajo, aficiones…) y quiere sentir tu entusiasmo, cariño y amabilidad.

 

Evita ser frío y distante, o mantenerte en un rol excesivamente profesional.

 

– Introvertido y racional. Es menos hablador, pero te explicará qué le sucede de manera precisa. ¿Cómo necesita que le trates? Sé directo, concreto y específico. Demuéstrale con pruebas todo lo que le dices, y mantén las distancias. Le interesa tu rol profesional y no tiene ninguna intención de establecer una relación más amistosa contigo. 

 

Evita mostrar tu faceta personal, utilizar el sentido del humor, o exagerar los resultados, ya que tiene una mayor tendencia a desconfiar que otros perfiles.

 

– Introvertido y emocional. Hablará de emociones, pero de una manera más escueta. ¿Qué necesita de ti? Que te intereses por él como persona, que le escuches con atención, que te involucres de manera personal y le des tiempo para tomar su decisión.

 

Evita interrumpirle, hablarle de forma fría, incitarle a tomar una decisión o prometerle algo que no puedas cumplir.

 

Las clínicas activas saben adaptar su comunicación al tipo de paciente que están tratando. ¿Sabes cuál es la consecuencia? Que logran aumentar la aceptación de casos y mejorar la experiencia de sus pacientes.

 

¿Quieres que te ayudemos a incorporar esta metodología de trabajo en tu clínica? Haz click aquí para contactar con nuestro departamento de formación.

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