La mayoría de las veces nos dejamos llevar por percepciones que modulan nuestra forma de entender la clínica, suelen ser sensaciones ligadas a que hay pacientes, las agendas están llenas, frases tipo no paramos, nos falta tiempo…. el personal, incluso el propio dueño están tan metidos en la actividad diaria que se genera un espejismo general de lo que realmente ocurre, hasta el día que cogemos la calculadora o nos llega la llamada del gestor. En ese momento tomamos consciencia de que el escenario no era donde se creía estar, este cambio de paradigma supone lanzar preguntas al aire de cómo puede ser que esta sea la situación si todo “parecía” ir bien.
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Para entregar un plan de tratamiento a un paciente, se planifica el caso, se analiza, se mide y se sopesan varias opciones antes de plantear soluciones de tratamiento definitivas, ahora, ¿Se ha planteado trasladar ese mismo sistema a la gestión de tu clínica?
Si mides mejoras, es tácito que el éxito está en planificar para luego actuar, no podemos estar en uno de los dos planos eternamente uno va ligado al otro para que sea efectivo. debemos tomar decisiones, debemos planificar, sopesar y medir el impacto, más bien realizar “revisiones” periódicas para asegurarnos de que todo va bien, es como llevar a cabo un tratamiento dental, cuidando el proceso.
En este sector de rápida aceleración, es fundamental tener indicadores clave que aporten seguridad a los pasos que se dan, una mala decisión es subsanable, pero muchas juntas pueden hundir el barco cuando mejor “parecía” que navegaba.
El número, aunque a priori pueda parecer frío, revela tendencias y ayuda a poner el foco donde realmente se necesita.
¿Cómo conocer el retorno de nuestras actuaciones?
Me suelo encontrar casos donde se lanza una campaña de comunicación y luego no se sabe:
- Cuántos pacientes han acudido
- Cuántos pacientes se han quedado en consulta
- Cuantos han aceptado el plan de tratamiento propuesto
- Cuantos se han ido contentos
- Cuántos de ellos nos han recomendado a un familiar
¿Es importante saberlo?
Estos cinco puntos aportan una valiosa información para poder tomar decisiones internas en muchas áreas de clínica.
«Medir es saber que ocurre, es la radiografía de la consulta, permite ver donde la percepción no llega, para así poderse mover con total seguridad en cada paso que se dé.»
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