NO SOY PESIMISTA, SOY REALISTA
Hemos llegado a la conclusión que los prejuicios simbolizan todo aquello que nos tiene atados a la mediocridad. Representa todo aquello que nos ata al conformismo y nos impide sacar todo el potencial que tenemos dentro.
He aquí algunos de los prejuicios más comunes:
- Un prejuicio es una idea con la cual buscamos convencernos a nosotros mismos y a los demás, que la situación no esta tan mal como parece.
- Un prejuicio también puede ser un pensamiento irracional que nos paraliza y no nos deja actuar. De hecho la gran mayoría de los temores son falsos prejuicios.
- Las justificaciones son miedos y prejuicios disfrazados.
Como veis los prejuicios pueden adoptar diferentes formas y disfraces que los hacen perceptibles en mayor o menor grado. En general toda idea que nos debilita, que nos dé una salida o que nos ofrezca una escapatoria para eludir la responsabilidad de nuestros actos, ES UNA EXCUSA O PREJUICIO.
Hay 3 elementos importantes que debemos conocer acerca de las excusas:
- Que si verdaderamente quieres encontrar una excusa, ten la plena seguridad que la encontraras sin dificultad.
- Cuando empieces a utilizar excusas, ten la seguridad que encontraras aliados. ¡SI! No importa lo absurda que pueda ser. Siempre encontraras personas que te crean y la compartan. Ellas te dirán: «Yo sé cómo te sientes porque a mí me sucede exactamente lo mismo».
- La tercera verdad acerca de las excusas que una vez las des, nada habrá cambiado en tu vida, ni en tu realidad personal. Tu mediocridad seguirá ahí y el problema que estas evitando enfrentar permanecerá igual. No habrás avanzado nada en la solución y por el contrario RETROCEDERÁS.
Una de las frases más comunes de estas personas es NO SOY PESIMISTA, SOY REALISTA.
Todos podemos caer en la trampa de convertirnos en personas que caemos en los extremos del “realismo” y ser pesimistas. Si la muy mencionada “ley de la atracción” es real, estamos atrayendo con nuestros miedos todo lo que no queremos que ocurra.
En medicina y en la odontología la prevención es básica, pero al prevenir una enfermedad dental no hacemos sentir los síntomas al paciente de nuestra clínica dental. Evitemos caer en el juego sucio de nuestra mente. El hacernos creer que todo lo que pensamos puede ser una realidad.
Mi recomendación es que en lugar de pensar continuamente en lo que no queremos que ocurra, pensemos en que es lo que si queremos que suceda.
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