Esencialmente, las clínicas dentales pueden competir en dos ámbitos: por precio (con ofertas, promociones, descuentos y tratamientos gratuitos o de bajo coste) o por aportar valor (más tecnología, mejores instalaciones, mejor servicio…)
Posicionarte en un segmento u otro es una decisión estratégica empresarial que depende de ti. Pero déjanos decirte algo: existe una fórmula que activará tu clínica: ofrecer un alto valor al paciente, sin que esto ponga en riesgo tu margen de beneficio.
¿Cómo hacerlo?
Sigue leyendo, te lo contamos a continuación.
En el sector dental hay cada vez más los profesionales que ponen dinero para ir a trabajar o que tienen una nómina que está muy por debajo de lo que cobran sus colaboradores.
Profesionales que no han aumentado sus tarifas en los últimos 10 años o lo han hecho de forma ínfima.
Profesionales que invierten miles de euros cada año en tecnología, renovar sus instalaciones o mejorar su servicio.
Sin embargo, este modelo no es sostenible.
Por supuesto que hay que aportar valor al paciente, pero teniendo siempre presentes los datos objetivos de tu clínica dental.
La pregunta es: ¿qué datos hay que tener en cuenta? Para responder a esta pregunta te vamos a hablar de la cadena de valor.
Qué es la cadena de valor y cómo ayuda a tu clínica
La cadena de valor es un concepto acuñado por Michael Porter que hace referencia a que, a raíz de las actividades de una empresa, se crean una serie de relaciones o eslabones que tienen como objetivo aportar el mayor valor posible para el cliente.
Si nos lo llevamos a tu clínica, es la apuesta que haces por sumar valor a tus servicios para marcar la diferencia, aumentar la satisfacción de tus pacientes y tener una clínica ACTIVA.
Por eso hoy te lanzamos esta pregunta: ¿sabes cuál es el eslabón más débil de tu cadena de valor?
Para responder a esa pregunta a continuación te explicamos los siete eslabones de tu cadena de valor, que están divididos entre las actividades primarias (su desarrollo tiene una consecuencia directa en el valor propuesto) y actividades de apoyo (no agregan valor directamente, sino que aumentan la capacidad de las actividades primarias).
Las actividades primarias son:
Producción
Es el proceso del servicio en el que el paciente recibirá su tratamiento. Intervienen materias primas, organización y otros colaboradores, como los especialistas o los laboratorios.
Servicio
Son las actividades que realizas para mejorar la experiencia del paciente, como pueden ser las instalaciones, los tiempos de espera o el trato aportado.
Ventas
Hace referencia a de qué modo comunicas y ofreces el servicio a los pacientes.
Marketing
Son las actividades para darte a conocer como clínica o los tratamientos que realizas.
Por otro lado están las actividades de apoyo:
Finanzas
Este eslabón es un aspecto clave para determinar el valor de tus servicios. Genera valor y rentabilidad.
Legal
Es la parte que desarrolla las normas y procedimientos del servicio que ofreces.
Personas
Desarrollan el servicio, la comunicación y los tratamientos, y son generadores de costes y valor.
Ahora ya puedes analizar al detalle tu clínica y hacerte esta pregunta: ¿cuál crees que es tu eslabón más débil?