¿CÓMO INSPIRAR A MÍ EQUIPO DE CLÍNICA?
La excelencia en cualquier sector no es nada fácil de conseguir. A veces el director médico o responsable de la clínica dental habla de excelencia, pero si tu equipo no está implicado no se siente participe del proyecto en muchos casos nos encontramos que el equipo de clínica se pregunta, ¿qué beneficios me aporta?
“Si no tienes disciplina no eres libre de elegir quien eres, por tanto no podemos elegir nuestro futuro y estamos a merced de los demás.”
La motivación actúa como un multidisciplinador del rendimiento, la calidad y mejora diaria del equipo.
Cuando una persona del equipo de clínica está cansada, estresada, presionada…y su rendimiento baja, ésta baja hasta el mínimo de su esfuerzo. Su nivel de esfuerzo mínimo a que está acostumbrado. Por tanto el secreto está en mantener su estabilidad en la dedicación, disfrute y realización de sus tareas.
Por ello es imprescindible plantear un altísimo nivel de motivación en sus tareas.
¿Cómo motivamos día a día?
De todos los recursos necesarios en el trabajo en la clínica dental, el equipo es el más difícil de administrar. Si está motivado el equipo de clínica, puede hacer frente a una tarea titánica, sin quejarse, ni sudar una gota. Pero cuando surgen los problemas con la motivación, debemos de guiar al equipo e inspirarlo antes de que caigamos en el declive.
La motivación es un todo un arte, es mostrar aprecio y brindar recompensa al equipo, pero ¡cuidado! cada incentivo funciona diferente para personas distintas.
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En primer lugar, siempre debemos empezar por uno mismo, para motivar hay que estar motivado y notarse en todas las situaciones (cuando nos encontramos con situaciones de pacientes descontentos, cuando hay retraso laboratorio, no sale la producción , no se llega a metas…) . Como líder que eres, si muestras energía y seguridad, el equipo tendrá confianza y te seguirá convencido. Para ello hay ciertas pautas fundamentales a seguir:
Debemos compartir siempre la información acerca de nuestra meta (excelencia con el paciente, conseguir cumplir tiempos de espera, pautas marcadas…), el equipo de clínica debe hacer suyo el proyecto. Esto puede llevar a que el equipo tome iniciativas para hacer sugerencias sobre maneras de mejora en la clínica dental y hacia el paciente.
Cuando nos enfrentamos a un problema en clínica, el equipo es nuestro mejor recurso. Además, podemos aprovechar la ocasión y motivar a la gente al compartir los problemas con el equipo. Propicia la participación para buscar ideas y modos alternativos de salir del problema. Una vez que sienten que el líder también es parte del equipo es más fácil llevarlos a resolver las tareas.
Es importante propiciar un ambiente amigable. Las personas usualmente trabajan mejor si no sienten la respiración del jefe en su cuello. Las fechas y compromisos deben ser un reto, de tal forma que el equipo se sienta orgulloso de alcanzarlas, en lugar que sean una obligación impuesta que ocasione discusiones si no se cumplen.
Siempre debemos mostrar aprecio por los miembros del equipo, incluso las tareas pequeñas deben terminar con al menos un gracias, el equipo se esforzará más al recibir ese reconocimiento. Debemos comunicarnos de una forma humilde.
Cuando las cosas no salen bien no intentar culpar a nadie, pues esto puede generar un ambiente de desconfianza. Para un buen ambiente se debe entender que es un logro de equipo o una falta de equipo.
Debemos dar feedback positivo, comentar que es lo que se ha realizado correctamente y que la persona/s se sientan valoradas, para luego en caso de alguna área de mejora comentar las deficiencias y como todo el equipo lo podemos mejorar. Debe de ser parte del equipo cuando haya que responsabilizarse por una falta y termine siempre la retroalimentación con una nota positiva.
Debemos escuchar a todas las personas que forman el equipo de clínica. Esto debería ser un ritual para obtener sus perspectivas. Se pueden obtener ideas frescas que ayuden a mejorar el trabajo en clínica y su beneficio.
Cuando un miembro del equipo de clínica nos exponga un problema debemos ser positivos, tratando de encontrar una solución definitiva para que este regrese a trabajar en ella. Debemos ponernos manos a la obra para ayudar a llevar a cabo la solución. Esto es Ganarse el respeto con acciones y no con palabras.
Siempre tenemos que apoyar a nuestro equipo, darles confianza y oportunidades de prosperar. Es fundamental que los apoyemos en caso de que estén en problemas.
También hay que tener claro, que no todo el mundo puede realizar todos los trabajos. Como líder nos corresponde escoger a la persona adecuada para el trabajo correcto. Y apoyarle en todo momento.
Debemos inculcar un sentido de propiedad o pertenencia en el equipo, tomarán las metas del proyecto como metas personales, si se consigue no tendremos que preocuparnos por el resultado, pues el equipo siempre hará su mejor esfuerzo.
Animar es realmente valioso tanto a nivel equipo como individual para cada miembro del equipo. Cuando algo vaya bien se deben brindar elogios mediante reuniones, mails….el miembro del equipo estará motivado y contagiará al resto.
Debemos intentar motivar a los miembros más tímidos del equipo, ya que son los que no suelen participar y se quedan rezagados. Debemos dar a estas personas la oportunidad de hablar, debemos escucharlos cuidadosamente y evaluar las ideas por sus méritos.
Debemos evitar los conflictos y resolver las situaciones antes de que puedan dañar la moral del equipo o de las personas. Poner metas alcanzables. Y que estas son beneficiosas para ellos y su desarrollo.
“Regala un pescado al equipo y comerá un día, enséñale a pescar y comeremos toda la vida”
